Estas son preguntas que en general les hacen a las mujeres que están embarazadas.
“¿Por qué quieres tener más hijos?”
Esa es una pregunta que un médico de Champaign le hizo a Fabiola Silva durante una cita médica.
“Empezó a hacerme muchas preguntas que ni siquiera eran relevantes,” dijo Silva. “En lugar de ayudarme, me estaba regañando.”
Silva es una de cada 10 residentes del condado de Champaign que son inmigrantes, así como una de las más de 4,000 personas que hablan español en el condado.
Su historia es similar a la que cuentan muchas mujeres inmigrantes que no hablan inglés tanto en Champaign como en todo el país que han tenido problemas para acceder servicios durante el embarazo.
Kimberly Fryer, obstétrica, ginecóloga y profesora asistente de la Universidad del Sur de Florida, dijo que notó muchas barreras para los inmigrantes y los hispanohablantes cuando están recibiendo atención prenatal, además de las barreras del idioma.
Fryer realizó un estudio formado por grupos de enfoques de mujeres de habla hispana, y dijo que tenía como objetivo observar más de cerca las barreras específicas a que se enfrentan las mujeres de habla hispana.
“Realmente fue para profundizar más cuáles eran esos problemas específicos y realmente tratar de encontrar de una manera más sistemática, no solo los problemas que vi en la clínica, los cuáles eran una realidad,” dijo Fryer.
Fryer dijo que, entre otras barreras, las más prominentes que eran específicas de las mujeres latinas eran: el idioma, los prejuicios, el racismo y la condición de indocumentadas.
Muchas de las mujeres en Champaign mencionaron el idioma y los prejuicios como las barreras más grandes y frustrantes.
Aunque muchos de los hospitales y clínicas en Champaign reciben capacitación sobre prejuicios, Fryer dijo que no siempre es tan fácil deshacerse de esos prejuicios.
“Podrían ser algunas cosas que están muy implícitas y que no necesariamente pensarías que serían un prejuicio, pero en realidad, son prejuicios,” dijo ella. “Se vuelve un poco sistemático porque, de repente, te tratan de manera diferente solo porque no hablas inglés.”
Por ejemplo, en el caso de Silva y de muchas otras mujeres, la idea de cuántos hijos quieres tener podría considerarse prejuicio.
Pero Silva dijo que, por encima de todo, el idioma ha sido la mayor barrera a que ella se ha enfrentado.
Silva es de Tamaulipas, México. Llegó a Champaign desde Texas, donde dijo que era fácil encontrar personas que hablaran español.
En Champaign, dijo, ese no es el caso.
“El idioma se me dificultó mucho porque en Texas, la mayoría de la gente habla español”, dijo. “Fue muy, muy difícil porque yo no sabía hablar inglés.”
Silva llegó a Champaign embarazada de cuatro meses y dijo que ni siquiera sabía cómo ordenar comida en inglés, excepto perritos calientes.
Entonces, cuando fue a buscar atención prenatal, dijo que tuvo muchos problemas.
Ella dijo que terminó encontrando un lugar a donde ir para recibir servicios porque su esposo le pidió recomendaciones a un amigo suyo cuya esposa estaba embarazada.
Silva fue referida a un programa para Mujeres, Bebés y Niños (WIC), que le arregló una tarjeta de seguro y la envió a buscar un médico.
El esposo de Silva la había estado ayudando con esto porque que sabía algo de inglés, pero finalmente se puso demasiado ocupado con el trabajo.
“Él no tenía tiempo para ir a ayudarme, es decir, llevarme al médico y demás” dijo Silva, “ni siquiera yo sabía dónde buscar.”
Y aunque Silva encontró una clínica, una que dijo que a menudo ayuda a los inmigrantes, la atención que estaba recibiendo no era exactamente la mejor.
“Tuve varias malas experiencias,” dijo. “No sé si es porque tienen muchos (pacientes) o están ocupados, o la gente ya está muy cansada, incluyendo los médicos. No sé.”
Los médicos, dijo, no siempre se toman el tiempo para comprender a otras personas y sus culturas, porque no están bien informados sobre los inmigrantes y sus experiencias.
“No se toman el tiempo para prestar atención a eso, ¿sabes?” dijo Silva. “Hay mucha gente que carece de información y más cuando alguien viene de México, o de otro lado, no entiendes las culturas o las desconocen, o no sé.”
Para evitar prejuicios y aún más malas experiencias, dijo Silva, cada vez que tenía dudas, simplemente se quedaba callada.
Y esto es algo de lo que los trabajadores en el área de salud no están al tanto.
Ashley Muñoz, consejera de lactancia materna y traductora del Distrito de Salud Pública de Champaign Urbana (CUPHD), dijo que el prejuicio que los pacientes pueden sentir a menudo proviene directamente de la barrera del idioma, lo que dificulta que tanto los pacientes como los médicos se comuniquen tanto oralmente como con las actitudes.
“A veces sienten que los estamos juzgando si hacen algo mal o si no hacen algo,” dijo Muñoz. “Si les haces sentir que no pueden confiar en ti o si los estás juzgando, dejarán de hablarte.”
Dijo que los proveedores de atención médica deben ser minuciosos y claros cuando se comunican con los pacientes, y deben de informarse sobre los antecedentes de sus pacientes y clientes.
“Lo más importante es una comunicación clara con esta población, cultivar confianza con estas personas, aprender de ellos, de sus antecedentes, y sus historias,” dijo. “Así es que sabes cómo ayudarlos y sabes lo que necesitan.”
Carolina Garibay es una estudiante de periodismo en Illinois Noticiero de Estudiantes. Síguela en Twitter @carigaribay.